¿ERES PAR O IMPAR?

Cada uno de nosotros somos una única combinación de números. Nuestros números personales, que se encuentran en nuestra fecha de nacimiento y en nuestro nombre y apellidos, es una única combinación. Pasa como con las huellas digitales, no vamos a encontrar otras iguales, las nuestras son diferentes y originales. 

De todos los números que componen nuestro cuadro numerológico, ¿son más los números pares, o los impares? Tenemos 9 números básicos, cada uno con un patrón, con su propia idiosincrasia, con su propia vibración, con una energía concreta. 

Pero podemos diferenciar dos tipos básicos de números, con unas características comunes: o Pares o Impares. 

El número uno, y con él, todos los impares, es un número de energía masculina, energía de acción. 

En cambio el 2, es una energía diferente, femenina y receptiva. 

El uno es decidido. El dos más dubitativo, más indeciso, ve las dos caras de la moneda. 

El 1 es mental, el 2 emocional. 

Los impares son dinámicos, proactivos, deseosos de entrar en acción, de ser vistos y oídos. 

Los pares en cambio se lo piensan más antes de meterse en un fregado. 

El uno se mete en la piscina de cabeza, y el dos por la escalera. 

El uno busca seguidores. El dos se pregunta “¿a quién puedo ayudar?” 

Los pares tiene más sensibilidad, más conciencia de las necesidades del otro, y están más dispuestos a colaborar. Los impares escogen un camino y desean colaboradores seguidores o espectadores. 

Los impares disfrutan estando en el candelero. Los pares se desenvuelven mejor en entre bambalinas, en un segundo modesto plano. 

Son dos formas de ver la vida, dos necesidades distintas por completo. Nadie es mejor que nadie. Nadie es más importante. Somos diversos. Somos complementarios. 

 Los impares necesitan colaboradores en sus proyectos emprendedores. Los pares necesitan líderes que les guíen, un proyecto al que adherirse.

 La numerología como veréis ayuda a una mejor comprensión del ser humano. Si miras los números de tu cuadro numerológico, según si tienes más pares o impares, (y donde los tienes situados), comprenderás por qué en el trabajo te va mejor siendo autónomo, emprendedor, tu propio jefe, o desarrollar tu camino profesional en un puesto auxiliar.

Como ya he dicho en numerosas ocasiones, la numerología nos ayuda a conocernos y comprendernos a nosotros mismos. Nuestros impulsos, deseos, cualidades, necesidades. Es un compendio del propio potencial. 

Y también nos ayuda a conocer a los demás. Por regla general, para las relaciones personales, los números impares se sentirán más a gusto con otros números impares, por su carácter independiente, dinámico y con necesidad de mucho espacio para uno mismo. Y los números pares serán más felices emparejándose entre ellos, ya que tienen un carácter más gregario, más dependiente, más necesitado de afecto, atención y apoyo, más dado a preocuparse por los demás, por hacer cosas por otros. 

Un número impar, deja que le apoyes, que colabores en sus proyectos. Pero si intentas pegarte más de la cuenta, si pretendes una corta distancia, puedes provocarle una reacción defensiva e incluso agresiva, clara que de manera inequívoca, te pide que te alejes y le dejes respirar. Para una persona sensible esto puede ser doloroso. Pero sabiendo que va en el carácter, que no es personal, que simplemente es un sentido de la libertad y de la independencia más acusado lo que hay detrás, aprendes a no sufrir y a respetar estas necesidades personales. 

Un buen consejo sería no pedir peras al olmo, no pedir un tipo de relación estrecha a alguien despegado, y, por el contrario, más desafección a alguien emotivo. 

Cada uno somos cada uno con nuestras “cadaunadas”, y la numerología es un buen método para conocerlas, comprenderlas y respetarlas. 

Con mayor conciencia sobre nosotros mismos y los demás, y con aceptación, la vida se simplifica, se libera de sufrimiento inútil y estéril y se despeja el camino de la felicidad.