lunes, 6 de junio de 2016

CASSIUS CLAY, RETRATO NUMEROLÓGICO


En cuanto supe del fallecimiento de Clay, (el pasado 3 de junio) el personaje llamó mi atención y me dispuse a estudiar sus números.

Siempre es interesante observar a las personas que han realizado un cambio de nombre y ver la influencia de ambos nombres, cada uno con su propia energía (no suelen coincidir).

Gran deportista, llegó a lo más alto en su carrera y tuvo fama internacional. Pero también su vida es interesante porque le toco vivir en su propia piel las consecuencias del racismo,  porque luchó por los derechos civiles y por su cambio de religión.

Nacido el 17 de enero de 1942, era un número 7.Los 7 son inteligentes, serios, profundos y con sentido de lo espiritual y religioso. Ya de pequeño era un niño reservado que disfrutaba leyendo la Biblia.

El día de nacimiento, 17, que tiene la energía del 8 fue lo que le llevó a dedicarse al deporte y fue lo que le llevó a alcanzar tan altas metas, ya que los 8 son muy talentosos, perseverantes, ambiciosos e incansables. Consiguen sus metas.
También tiene bastante energía 1, que nos dice que era alguien con una personalidad destacada, con empuje, iniciativa y arrojo. Era alguien muy capaz y alguien sin duda de fuerte carácter.

Si estudiamos su nombre de nacimiento, Cassius Clay, nos encontramos con un número maestro, el 33, que nos dice que era alguien amoroso y compasivo, con gran sentido de la justicia y siempre dispuesto a ayudar. Y es que estamos ante un justiciero. Al margen de su carrera deportiva, sus motivaciones profundas eran ayudar a crear un mundo más justo. Eso le llevó a interesarse por la política y relacionarse con los políticos de su tiempo y ayudar a las causas justas en las que él creía.


El nombre elegido, Muhammad Alí, es un número que tiene dos números karmáticos.
El apellido Alí es un apellido 13 que nos habla de ruptura. Y si analizamos las vocales estamos ante un alma 15. Mi interpretación es que se sintió roto por dentro, que tuvo una experiencia tremenda de esas de las que te llevan a un lugar muy oscuro en el que se separó por completo de la luz y del amor para volver a reconcertar de nuevo, en esta ocasión a través de la religión, decidió abrazar el Islam.

Sin duda fue alguien que se dejó la piel, que luchó dentro y fuera del rin.
 

Sus números nos hablan de un luchador y un justiciero y su trayectoria vital nos lo confirma.

Descanse en paz.