Cuando se
celebra el 20 aniversario de su muerte en trágico accidente, los medios no
paran de recordarnos al personaje y su vida. ¡Y es que era tan bella y
carismática! Es un buen momento para hacer un análisis de sus números.
De vivir aún, tendía 56 años.
Nacida el 1 de
julio de 1961, era un número 7. Los siete son números mentales, lo cual en
principio no cuadra nada con la persona, que era todo corazón.
Los 7 trabajan
mucho con la mente, para bien y para mal. Con un buen uso de la mente son
grandes científicos, grandes estudiosos, grandes pedagogos. Con un mal uso de
la mente son fantasiosos, viven en su propio mundo ideal, y son
autodestructivos, corren el peligro de sufrir depresiones y otras enfermedades
mentales.
Su natalicio
en día 1 nos habla de su personalidad magnética
y de liderazgo. Si sumamos el 1 del día y el 7 del mes de nacimiento,
nos da 8, y el 8 es el poderoso y el político. Con un 1 y un 8 no nos extraña
nada que haya acabado acariciando el trono.
Los 7 y los 8
tienen gran sentido de la justicia, refinados gustos y son amigos de los lujo,
sibaritas. Y sin duda vivió rodeada de lujos.
Vamos a
analizar sus nombres.
Su nombre de
nacimiento fue Diana Frances Spencer. Y el nombre por el que le conocimos fue
Diana de Gales.
El nombre de
Diana es un nombre de energía 2, que es la energía sentimental, dulce y
sensible del que se preocupa de los demás. El nombre Frances es de energía 3. Los
3 son alegres y extrovertidos, muy amigables y proyectados en lo público.
El apellido
Spencer es de energía 8, que de nuevo nos habla de riqueza y poder.
Con un alma 9,
no era ajena al dolor ajeno. Todos los que la conocían destacan su empatía y su
preocupación por los demás. Este 9 lo explica
y también que se dedicara a tantas causas benéficas.
Su
personalidad y su camino de vida, que el la suma del valor numérico de todos
sus letras, es 13, un número karmático que nos habla de ruptura. Ruptura en la
familia de origen, en la propia familia, ruptura de normas sociales. Es un
número karmático que hace propicios los accidentes. En su caso lo tenía por
partida doble, su destino era vivir grandes rupturas.
El nombre de
Diana de Gales es un nombre de energía 9. Los 9 son humanitarios y son
ciudadanos del mundo, tienen una gran proyección social.
Su alma cono Diana de
Gales era un alma 22, que es un número maestro, el maestro constructor.
Y su
personalidad es una personalidad 5, que la hacía una viajera incansable y con
gran ansia de saber y de conocer, activa y dinámica.
Si observamos
sus casas vemos que tiene trabajos que hacer en la casa 2 y la casa 8.
La casa
2 es la de la autoestima, la de la relación con su madre, la de la pareja y la
maternidad. Efectivamente la relación con su madre fue mala, su misión en la
monarquía fue principalmente dar herederos y era alguien muy sentimental y con
tendencia a perder el control.
La casa numero
8 vacía nos habla de que tenia algo que hacer en el área del poder y en su
poder personal.
De nuevo los
números nos dan una lectura de la trayectoria vital del personaje muy certera.
Recuerdo que
en su momento su muerte fue una conmoción, y no solo en Reino Unido. Tenía
millones de admiradores en todo el mundo por su belleza y elegancia, su carisma
y su gran sensibilidad. Transmitía como nadie tanto la tristeza como la alegría.
La adusta monarquía de la que brevemente formó parte, necesitaba algo de humanidad que ella sin duda aportó.
