Acaba de
fallecer Louise Hay ayer, día 30 de agosto del 2017, en San Diego, California. Tenía ya 90 años,
pero seguía en activo.
Es una triste
noticia para todos los que hemos leído sus libros y crecido con ellos.
Fue una de las
pioneras de los libros llamados de autoayuda.
Su legado
principal es que nos enseñó que el amor por uno mismo lo cambia todo, que es
posible sanar la propia vida por dura que haya sido. Y su libro “El poder está
dentro de ti” es el precursor del empoderamiento.
Nacida el 8 de
octubre de 1926, en California, era un número 9. Los 9 son personas muy capacitadas y muy volcadas en la ayuda a
los demás, como fue su caso. Los 9 son también los grandes sanadores. Y ya lo
creo que colaboró con la sanación de muchas personas, en sus terapias, charlas,
libros y tantas actividades.
Si sumamos el
día más el mes de nacimiento, y sumamos uno
a uno los números de su año de nacimiento, ambos suman 18. Los 18 son
los que tienen una misión de ayuda a la humanidad. Ambos suman 36, cuyo mensaje
se puede traducir por “Crea armonía”, “Expresa, divulga belleza y armonía” y
sin duda fue lo que hizo.
Cumplió punto
por punto con su propósito de vida.
El natalicio
es el número 8, y el 8 es el empresario y el creador de riqueza. Ella tuvo su
propio negocio, su editorial, especializada en libros de autoayuda, empezando
por los suyos propios.
Su nombre de
nacimiento fue Louise Lynn Lunney. El nombre que adoptó fue, como muchas
norteamericanas, el de su marido.
Ambos nombres
tienen una energía 1, que indica que se trata de personalidades interesantes y
originales, que son decididos y que tienen algo nuevo que aportar. El 1 es el
pionero que abre un nuevo camino, como fue su caso.
Con su nombre
de nacimiento tiene un alma 9, de nuevo sanadora y con vocación de servicio, y
una personalidad 1.
En cambio con
el nombre que adoptó tenia un alma 4 y una personalidad 6. Los 4 son
trabajadores y se dedican a las tareas prácticas. Los 6 se dedican a la familia
y al bienestar de los demás. (En su caso su 6 es karmático, lo que explica la
enfermedad que padeció). Esto nos indica que quería trabajar mucho, con amor y
armonía, con una gran responsabilidad y sin regatear ningún esfuerzo.
Su misión de
vida fue abrir un nuevo camino, un camino de sanación con su propio ejemplo.
Ella misma enfermó gravemente. Tuvo un cáncer que superó cambiando su dieta,
cambiando la manera de pensar y sobretodo, eliminando el rencor que tenía por
los abusos recibidos.
Sentimos su
pérdida, D.E.P
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