Cada año tiene
una energía predominante es la que nos influye a todos y es de la que aquí
hablamos.
2018 es un año
11 (2 + 0 + 1 + 8 = 11), que es un número maestro, que quiere decir que es
posible que se produzca una elevación de la conciencia a nivel planetario.
Para que las
energías maestras se manifiesten, debemos estar todos centrados en la luz y en
el amor. El número 11 es un número que da la posibilidad de concertar con la
sabiduría, captación de mensajes espirituales, conexión con otros planos de
conciencia.
Por ello es
posible que te sientas más conectado con tu intuición. Y también que
experimentes una mente más clara que conecta con la sabiduría, con la
conciencia de la justicia universal, de lo que está bien y lo que está mal.
Este sentido
de lo espiritual y de la justicia universal se manifestará en todos los niveles
y también en el ámbito de lo político.
Un año 11
puede ser también un año de acontecimientos imprevistos que hagan tomar
decisiones de manera rápida. No descarto algún grave conflicto, social o
político, de carácter global. Pero será de corta duración, pues la energía del
entendimiento y la cooperación es la predominante.
Las personas
más afectadas por esta energía 11 serán las que tengan el número 11 en alguna
parte de su cuadro numerológico. Es decir, aquellas en cuya fecha o nombre y
apellidos se encuentra este número. Por ejemplo, los nacidos un día 11, en el
mes de noviembre.
Les afectará
también a los nacidos el 10 de enero, 9 de febrero,8 de marzo, 7 de abril, 6 de
mayo, 5 de junio, 4 de julio, 3 de agosto, 2 de septiembre o 1 de octubre.
También hay
nombres de energía 11 como por ejemplo Jesús o Javier. Todas estas personas
estarán sensibles, perceptivas, intuitivas, con momentos de gran inestabilidad.
Harán grandes aportaciones en su entorno.
También
afectará a quienes tengan en su cuadro numerológico otros números maestros,
como el 22 o el 33.
La energía 11
puede hacer posible grandes logros, pero a su vez exige grandes esfuerzos. Así
que es un año para seguir trabajando. Esperemos que se puedan dar la
condiciones para aprovechar esta energía para ese gran avance que podría
producirse. Los de siempre, los que siembran el caos, harán mucho ruido y todo
lo posible por evitarlo. Pero si estamos conscientes y permanecemos en un tono
elevado, su sabotaje no tendrá efectos
Si no llega a
manifestarse por completo la energía elevada del 11 por haber mucha toxicidad, será un año 2 (1 + 1 =
2). El 2 es la energía de los sentimientos y las emociones y la energía de la
ayuda a los demás, de la diplomacia, del entendimiento y de las asociaciones.
Preveo un mayor entendimiento a nivel social, personal y
político que este año que nos deja. Es
posible que surjan movimientos de ayuda a los más desfavorecidos. Pero una
ayuda elevada la ayuda del que empodera y no del que crea seres incapaces o
dependientes.
El dos es el
número de las personas que conciben su vida en pareja, siempre asociados a
alguien. Por eso es un año propicio para crear nuevas asociaciones y en el que
nacerán nuevas parejas. Si te descubres acariciando la idea de buscar pareja o
un nuevo socio para tus proyectos, sin duda ya estás sintiendo la energía 2 que
es lo que demanda.
Las personas
número 2 serán los primeros en sentir esta energía y los primeros en tener
éxito en estos planes.
El año anterior,
que era un año 1, tenía el impulso del
principio de ciclo, con ritmo rápido. Este año el ritmo es un poco menos
acelerado. El 2 es una energía más reposada que la del trepidante año 1. Aquí
empiezan a aparecer las dudas de lo que tan claro veíamos con el ímpetu y el
entusiasmo que trae lo nuevo. El dos es una energía más lenta y reflexiva, para
sopesar lo que hay que descartar y lo que hay que apoyar. Hay que decidir. El
ritmo es más lento. Debemos aceptar el nuevo ritmo.
Se recomienda
moderación y sensatez en los gastos.
Es un año
favorable para contactos, reuniones, sociedades, estrechar lazos de amor y de
amistad y para reparar vínculos rotos.
Por eso no te sorprendas si vuelven a tu vida esas relaciones que han estado un
tiempo alejadas por falta de entendimiento. Preveo reconciliaciones.
Y es que el 11
es una energía del entendimiento y del mutuo apoyo el que las hace posible que
estas relaciones se renueven. Se acentúa la diplomacia y el tacto y es muy
posible llegar a pactos o acuerdos satisfactorios.
Pero no solo
nos interesan las relaciones de tú a tú, sino que tenemos muy presente el
sentido de lo universal, más que nunca somos conscientes del resto de la
humanidad.