El pasado 7 de julio
fui mi último taller de Bienestar en Ecocentro. Se cierra esta etapa que
comenzó en diciembre del 2016 y que ha sido tan grata. Durante varios sábados
cada mes, ha sido posible este proyecto de ayudar a crear bienestar y recuperar
el bienestar perdido.
Las herramientas usadas
para ello han sido principalmente:
- El pensamiento
positivo
- La inteligencia
emocional
- La inteligencia
social
- El desarrollo de
una sana autoestima
- Y la imprescindible meditación.
Gracias a todos los que
habéis participado y habéis contribuido a crear un mayor bienestar para
vosotros mismos y con ello crearlo a su vez en vuestro entorno.
En el último taller
compartí con vosotros los conceptos reaprendidos del libro “Yo estoy bien, tú
estás bien”, de Thomas A. Harris.
Está basado en el
Análisis conciliatorio de Berne, método que examina las transacciones o
conciliaciones.
Cada uno de nosotros
tiene múltiples naturalezas. En todos nosotros existen tres estados del ser que
no son papeles, sino realidades psicológicas. (Padre, Adulto y Niños, P.A.N)
El Padre y el Niño son
los primeros en aparecer y son una primera estructura psicológica. El Padre
está compuesto por todas las órdenes tendentes a preservar la vida de los niños
en su inconsciencia. Al evitar un peligro al niño (Que no se pinche, ni se
corte, ni se queme, ni se caiga, etc.) le da órdenes rápidas y contundentes que
le suscitan una emoción. El Niño está compuesto por todas las reacciones
emocionales a todo lo que le ocurre.
Así que tenemos una
parte prejuiciosa e impositiva y una parte vulnerable e inestable. Pero en
medio de los dos emerge el Adulto, cuya función es actualizar los datos del
Padre, consolar y sanar a su Niño, y, sobretodo, enfrentar la vida cada día,
coger las riendas de la vida. Es la parte activa y resolutiva.
El análisis
conciliatorio de Berne se basa en identificar cuál de las tres partes, Padre,
Adulto y Niño, está actuando en cada momento. Las relaciones Padre-Padre, son
un mero intercambio de prejuicios que a nada conducen. Las relaciones Niño-Niño
son mero juego. Solo las relaciones Adulto-Adulto son productivas, sanas,
satisfactorias.
Así de esta manera
aprendemos cual es la fórmula del bienestar: desarrollar al Adulto que hay en
nosotros, contando también con nuestro Padre y
nuestro Niño, a los cuales actualizamos y sanamos.
También nos enseña
Harris que hay cuatro posturas vitales posibles:
- Yo estoy mal - Tú
estás bien
- Yo estoy mal - Tú
estás mal
- Yo estoy bien - Tú
estás bien
- Yo estoy bien - Tú estás mal
Nos comenta que de niño
adoptamos la postura “YO ESTOY MAL, Y TÚ ESTÁS BIEN”
Solamente cambiando
esta postura conscientemente por la postura “YO ESTOY BIEN, TÚ ESTÁS BIEN”,
lograremos salir del malestar que os acompaña desde siempre y tan desdichado nos
hace.
Así que acabo el taller
descubriendo una de las mayores claves para crear bienestar: el reconocimiento
de la arcaica postura asumida “YO ESTOY MAL, TÚ ESTÁS BIEN”, y la necesidad de cambiarla
por la clave del bienestar: la postura “YO
ESTOY BIEN, TÚ ESTÁS BIEN”
Así que en este último
taller hemos descubierto lo que hemos estado buscando tanto tiempo, una
herramienta suprema del bienestar: funcionar siempre desde el Adulto, libre y
emancipado de un Padre obsoleto y libre del malestar de nuestro niño que se
sintió mal.
Y muchos más temas
interesantes hemos ido desgranando en este taller que tanto he disfrutado y en
el cual tanto he aprendido y hemos compartido.
La asistencia ha sido
variada. En algunos talleres éramos dos, en otros 6, 9, 11 o más. Algunos habéis
venido de forma habitual, otros más de tarde en tarde, otros menos, cada uno
según sus posibilidades e intereses. Me acuerdo de muchos de
vosotros y os doy las gracias por asistir y participar.
Gracias a Ana, Paloa,
Pepita, Antonio, José, David, Enrique, María José y su chico, Inmaculada, Ángeles,
Elvira, María Jesús, Ro, Fe, Jesús, Lola, Margarita, Sofía, Eva, Carolina, Pepa y
un largo etcétera. Gracias a todos. Encantada.