domingo, 26 de mayo de 2013

PROPÓSITO DE VIDA A TRAVÉS DE LOS NÚMEROS

(Publicado en el “Verdemente” de julio del 2012)

 

Somos hijos del cielo y de la tierra, somos espíritu y materia.

De igual manera, los números tienen una dimensión física y una dimensión espiritual.

La física es la que conocemos y utilizamos. En este nivel tus números personales te dirán lo que mides, lo que pesas, tu contorno, tu talla, tu número de calzado…

Pero en la dimensión espiritual los números dirán algo muy distinto.

En tus números se encuentran los propósitos que tu alma trajo consigo al  nacer.

Generalmente  somos poco conscientes de ellos porque no conocemos  realmente las inquietudes de nuestro espíritu, de nuestro verdadero ser.

Tus números personales están en tu fecha de nacimiento y en tu nombre y apellidos.

Interpretados debidamente accedemos a tu información vital primordial.

El hecho de que vengamos dentro de sistemas, de que no estemos aislados unos de otros, hace que tengamos poca conciencia de nuestra individualidad.

Las expectativas paternas y sociales, la identificación con los diferentes roles que adaptamos, entre otras cosas, hace que no nos responsabilicemos ni ocupemos de nosotros mismos debidamente como ser espiritual.

Nos ocupamos antes de que no nos falte lo material, de lo práctico, que es más visible y tangible.

Pero podemos tenerlo todos y sentirnos vacíos y necesitados. Aparece entonces el buscador, es decir, la persona que va en pos de si mismo, la persona que quiere saber y conocer, que sospecha que la vida es algo más de lo que nos han contado, que necesita encontrar el propio camino, el sentido profundo.

¿Para qué he nacido? ¿Qué puedo hacer con mi vida?

“La existencia entera te quiere aquí”, dijo Osho, pero para nada nos sentimos así.

Y es que fácilmente olvidamos que hemos venido a ser felices.

Parece sencillo, pero en realidad parece que nos sentimos más cómodos en el camino del sufrimiento, del sacrificio, del esfuerzo, parece que la vida es pura lucha.

A todos los buscadores les recomiendo que conozcan lo que los números tienen que decirles.

Porque cada uno tenemos una propia fórmula de encontrar la felicidad.

Si eres un 1, la felicidad para ti será lo nuevo, lo novedoso, iniciar nuevos caminos, descubrir nuevas realidades. Serás feliz liderando, organizando. Necesitarás hacer las cosas a tu propia manera.

Si eres un 2, la felicidad para ti consiste en hacer cosas por los demás, en el apoyo, en la colaboración, en la vida en pareja.

Si eres 3, la felicidad para ti está en la expresión artística y la amistad, llevarás alegría a las personas, formarás parte de varios grupos que te aprecian por tu optimismo.

Si eres un 4, la felicidad para ti estará en el trabajo, en lo práctico, en lo que puedas hacer con tus manos o conseguir con el fruto de tu esfuerzo.

Si eres 5 serás feliz en la libertad, en el cambio, en el explorar nuevos paisajes.

Si eres 6 serás feliz creando un hogar maravilloso y confortable en el que todo el mundo tenga lo que necesite y se sienta querido.

Si eres 7 serás feliz estudiando, leyendo, investigando. Te retirarás a un espacio silencioso para aprender.

Si eres 8 serás feliz consiguiendo tus ambiciosas metas o creando dinero.

Si eres 9 serás feliz con tu generosidad, haciendo cosas por los demás.

¿Cuál es tu propia fórmula de la felicidad? Todos somos una única ecuación, descúbrela.

Llevo varios años haciendo estudios numerológicos. Mi objetivo es orientar a las personas con ayuda del lenguaje de los números, para que conozcan sus propósitos, su potencial, sus dones, sus dificultades.

A veces vienen a mí personas que atraviesan una de las encrucijadas de su vida, no saben hacia donde ir. Los números les ayudan a tomar conciencia para tomar las decisiones personales más adecuadas.

Otras veces vienen personas solo con ganas de conocer más sobre sí mismas.

Todas salen encantadas y agradecidas, de saber, de descubrir parte de ellos que desconocían, o confirmar lo que sabían, o comprender el porqué de ciertas vivencias difíciles.

Otras quedan algo decepcionadas, no se dan cuenta de que son ellas los artífices de su vida, de que se hace el camino al andar, y que las respuestas que me piden están en ellas, en las decisiones que no se atreven a tomar.

Recomiendo a todos los buscadores que vean lo que los números tienen que decirle.

Pero ahora, además de hacer estudios numerológicos, estoy haciendo talleres de numerología básica orientada a conocer el propio propósito de vida.

De esta manera enseño el lenguaje de los números, que tú mismo aprendas a conectar con tu ser a través de este lenguaje espiritual.

Es muy necesario conectar con el verdadero ser, con la esencia.

Los números son un código espiritual muy rico, sencillo y certero.

Conociendo el lenguaje de  los números no solo tienes respuestas para ti, si no que puedes analizar tus relaciones. Puedes comprender porqué te llevas bien con determinadas personas, y con otra siempre surgen unas dificultades.

Todo lo que ocurre en el universo es información y energía.

Lo mismo ocurre con los números. Son un instrumento que nos proporciona una información profunda, nos ayuda a encontrar el significado, el espíritu que anima cada ser. Pero también son una energía que nos está influyendo.

En un primer momento somos buscadores, y en esta búsqueda descubrimos que somos el artífice de nuestra vida y aparece el creador, descubrimos nuestro poder personal de crear una nueva realidad.

Con los números ocurre que una vez que los conocemos nos podemos valer de ellos y de la energía que transmiten para cambiar y mejorar aspectos de nuestra vida.

Un cambio en el nombre tiene unas consecuencias. Por ejemplo, el nombre de nuestro negocio, nuestra firma, y el nombre con que nos identificamos. Si  usamos el nombre de la partida de nacimiento, nos movemos con una energía, traerá unas consecuencias. Si cambiamos ese nombre, por ejemplo acortando un nombre compuesto, usando un diminutivo o variando la ortografía, ese cambio cambiará parte de nuestra realidad. Por eso es tan necesario conocer ese lenguaje, para ser consciente de las consecuencias de los cambios.

Por eso recomiendo a todos los buscadores, creadores, sanadores e interesados en profundizar en la realidad del ser humano, que conozcan el lenguaje de los números y consulten con un buen profesional.

 

 

 

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