sábado, 14 de junio de 2014

ANA FRANK: RETRATO NUMEROLÓGICO

ANA FRANK

Ayer escuché en la televisión que de haber seguido viva, Ana Frank hubiera cumplido 85 años.
Sentí una profunda pena pensando que ni siquiera llegó a los 20 años.
Le tocó vivir un momento difícil de la historia de la humanidad. Murió víctima del horror nazi.
Le tocó vivir escondida para poder salvar la vida, junto con su familia y sus vecinos.
En la época en que otros jóvenes soñaban con salir al mundo, le tocó renunciar.
Enseguida me puse a escudriñar en sus números, y como siempre vi cómo siempre hay una perfecta coincidencia entre la lectura de los números y la vida del personaje.
Nacida el 12 de junio de 1929, era un número de propósito de vida 3.
Quiere decir que era extrovertida, amigable, alegre y una gran comunicadora.
Qué duro debió se para ella su encierro con su edad y su personalidad.
El día de nacimiento, el número 12, es un número karmático que nos indica duras pruebas a pasar en el campo de lo social y de dificultades en la autoexpresión.
Una numeróloga amiga, Conchita, en una ocasión me dijo que el 12 podría implicar una muerte colectiva. En este caso así fue, pues murió en un campo de concentración.
El 6 de su mes de nacimiento nos indica que tenía un carácter muy familiar y le interesaba el bienestar de las personas. Los 6 son personas tiernas, responsables y preocupadas por los demás, sensibles a las necesidades ajenas y con disposición a colaborar.
Su año de nacimiento nos dice lo humano y colaborador y comunicador de su carácter.
El nombre “Ana” es un nombre 7, (si se escribe con esta ortografía, sino, cambia).
El 7 nos habla de personas orientadas al conocimiento y amantes de estudiar y de leer. Le  motiva a prender y después suele despertárseles la vena pedagógica, para compartir lo aprendido.
El apellido Frank es un apellido de energía 5 que nos habla de carácter aventurero, curiosidad y necesidad de explorar el mundo. El 5 nos habla de cambio.
Lo más destacado de su numerología es la cantidad de números 3 que hayamos: en el propósito de vida, en el nombre, en el día de nacimiento, en el alma…
En cierta ocasión asistí a una representación teatral sobre su vida, lo narrado en su diario.
Su vocación, a lo que quería dedicarse (cuando el mundo recobrara la cordura tras la locura colectiva que vivió) era ser periodista.
Muchos números 3 se dedican al periodismo, son los grandes divulgadores, la comunicación, el transmitir mensajes es una de sus motivaciones profundas.
El propósito de vida 3 nos indica autoexpresión y a través de un camino de vida tres, la comunicación, la divulgación. Y si sumamos ambos 3 nos da 6, que es el sentido de la trayectoria vital. El 6 se encamina a lo familiar, lo hogareño, el cuidado personal.

Querida Ana, no conseguiste ser periodista, pero sin duda si conseguiste comunicar, transmitir  un mensaje a la humanidad. Nos informaste a todos de primera mano y en primera persona cómo ciertas personas se vieron obligadas a renunciar a la libertad de movimientos y esconderse para sobrevivir. Nos enseñaste la vivencia del hambre, de no moverse para que no se advirtiera vuestra presencia, de las inevitables disputas domésticas compartiendo un pequeño espacio con pocos alimentos. Del miedo a ser descubiertos o delatados. De apenas poder ver el cielo, de no vivir la primavera, del frío, del calor…
Y tú con tu ejemplo nos muestras cómo no debe vivir una familia: sin libertad, con miedo, sin paz.
Tu historia no deja indiferente, conmueve, entristece.
Nos recuerda la injusticia y el horror de lo que ocurre cuando el ser humano se convierte en enemigo de su prójimo, cuando se pierde la paz.
Si duda cumpliste tu misión, la misión de tu alma.
Un pequeño cuaderno, unas cuantas palabras bastaron para hacer que el propósito de vida de tu interior fuera posible, aunque nunca pudiste saberlo, no viviste para verlo.

Tu legado fue póstumo.

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